Llega el invierno y el frío y nos creemos que las plagas de insectos y animales desparecen dejándonos tranquilos durante tres maravillosos meses. Pero no, las plagas en invierno, aunque no lo creas siguen ahí, escondidas y relajadas en el calor de tu hogar. Entran en una especie de letargo y su nivel de actividad es menor debido a las bajas temperaturas, pero esto no quiere decir que no estén, por eso siempre hay que estar atentos y si nos damos cuenta de algún tipo de movimiento que nos haga pensar que puede haber una plaga, tendremos que avisar a un profesional y actuar.
Las plagas de invierno: las cucarachas y las ratas
Es cierto que todas las plagas disminuyen su actividad e incluso algunas como la de mosquitos desaparece, pero hay dos de ellas que siguen teniendo el mismo movimiento que en verano, esas son las cucarachas y las ratas. Sí que bajan su actividad reproductiva, pero siguen ahí, haciendo de las suyas e invadiendo tu hogar sin que te enteres. Normalmente buscan lugares calentitos para cobijarse y poder así superar las bajas temperaturas invernales. Un sitio muy común donde podemos encontrarlas es en las cámaras de aire de los techos o en los dobles techos. Son lugares seguros para ellos, ya que están fuera de la vista de las personas.
¿Qué hacer si detecto algún tipo de plaga en invierno?
Lo primero que debes hacer si ves algún movimiento extraño que indique que tienes plagas es no alarmarte, todo tiene solución. Así que ponte en contacto con un profesional de plagas y concierta una cita para que investigue tu caso en profundidad. Él te dirá los pasos a seguir y si necesitas hacer una fumigación para acabar con esos molestos inquilinos.