Nada es más preocupante que descubrir que en tu casa hay termitas. Alrededor de este insecto se ha tejido una industria para su erradicación y también algunos mitos infundados. Las termitas se alimentan de la la celulosa de la madera, ingiriendo este material hasta degradarlo por completo. Su prevención y erradicación es prioritario en tu hogar ya que puede acabar maltrecho por su presencia.
Se cree de manera popular que las termitas aparecen de manera estacional. Sin embargo, están todo el año inmersas en su lenta pero inexorable labor de destrucción. Tampoco es verdad que la humedad las favorezca. Es cierto que puede haber un hábitat más idóneo cuando es así, pero no es imprescindible, ya que están documentados casos en zonas realmente secas.
Una vez que las ermitas han comenzado su trabajo nada les para. No se detienen en el corazón de las vigas, como se suele creer, ni son exigentes apeteciéndoles devorar solo madera de alta calidad. No son escrupulosas, lo único que les importa es que haya celulosa.
Hay una clara diferencia entre las termitas y la carcoma, ya que esta última es mucho menos agresiva y sus consecuencias difieren de las que provocan las termitas. Para saber cuál es el insecto que habita en las maderas de tu, cuenta con el consejo de especialistas, que podrán indicarte los métodos para liquidar el problema. Una vez que esta empresa elimine por completo la plaga hay que vigilar su regreso, pues desde el subsuelo pueden volver a su festín. Su capacidad para ascender por el edificio buscando alimento es sabida, y lo hacen escalando por otros materiales que pueden no ser madera.